¿QUÉ ES
LA PIEL SENSIBLE?
La piel sensible a reactiva se caracteriza por sufrir sensaciones desagradables: escozor, tirantez, comezón o ardor, a veces asociadas con la resequedad y el enrojecimiento. Cualquier tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta, puede tornarse sensible. Los síntomas característicos de la piel sensible podrían presentarse todo el tiempo, o podrían ser provocados por factores internos y externos específicos.
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¿QUÉ CAUSA
LA PIEL SENSIBLE?
Se cree que la piel sensible surge como consecuencia de la hipersensibilidad de las terminales nerviosas en la piel, que comienzan a disparar señales de dolor en respuesta a estímulos inofensivos. No se sabe exactamente por qué ocurre, pero lo que sí se sabe es que estos síntomas pueden producirse en respuesta a múltiples factores internos y externos. Sigue leyendo para descubrir las principales causas de la piel sensible y, sobre todo, cómo evitarlas.
DESENCADENANTES EXTERNOS
PARA PIEL SENSIBLE
Los síntomas de la piel sensible pueden surgir a causa de factores internos y externos. Analicemos primero los factores externos.
Cambios en la temperatura y viento
Los factores externos que pueden desencadenar la sensibilidad de la piel incluyen calor, frío y viento. El motivo es que estos factores pueden causar cambios bruscos en la temperatura que desencadenan la liberación de histamina, la molécula de la comezón, en la piel. Esto provoca molestas sensaciones de escozor o comezón y hace que se dilaten los vasos sanguíneos, lo que causa el enrojecimiento.
¿Qué puedes hacer? No puedes cambiar el clima, pero puedes evitar las duchas o los baños muy calientes, e intentar bajar la calefacción central durante el invierno y el aire acondicionado en verano. Para reforzar las defensas de tu piel, envuélvela en un producto minimalista con propiedades calmantes como TOLERIANE Sensitive.
Contaminación
Uno de los principales enemigos de la piel es la contaminación. Las partículas finas llamadas MP 2.5 (básicamente hollín) se adhieren a la superficie de la piel, donde desencadenan una reacción en cadena de estrés oxidativo, lo que causa irritación en la piel. Esto degrada su barrera protectora superficial, lo que causa sequedad e intensifica la sensibilidad de la piel ante los irritantes externos.
¿Qué puedes hacer? Las soluciones dermocosméticas más avanzadas ahora vienen en texturas resistentes a la contaminación, esto ayuda a evitar que el polvo se adhiera a la piel y cause reacciones. Consulta a tu farmacéutico sobre cremas resistentes a la contaminación como TOLERIANE Sensitive.
Sol
La radiación ultravioleta en la luz solar desencadena estrés oxidativo e inflamación en la piel, lo que a su vez puede provocar los desagradables síntomas asociados con la piel sensible. El sol también es un “enemigo para la belleza” en general, ya que constituye una de las principales causas del envejecimiento de la piel e incluso la tendencia al acné.
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EFFACLAR Duo(+) FPS30 fue diseñada para la piel con tendencia al acné y la protege del sol.
¿Qué puedes hacer? Incorpora un producto para protegerte del sol con FPS 30-50, específicamente formulado para la piel sensible en tu rutina de cuidado diaria. ANTHELIOS Ultra es una fórmula minimalista super suave, tan segura que se puede aplicar en la delicada zona de los ojos sin riesgo de sufrir ardor o reacciones.
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Aditivos en cosméticos
Muchos cosméticos se crean sin tener en consideración a la piel sensible e incluyen todo tipo de elementos potencialmente “malos”: colorantes, fragancias, alcohol, lanolina…, que pueden desencadenar los síntomas de la piel sensible. Además de los aditivos, ciertos productos contienen ingredientes antiarrugas muy duros, como concentraciones extremas de alfa-hidroxiácidos (AHA), que también pueden intensificar la sensibilidad de la piel.
¿Qué puedes hacer? Busca productos específicamente formulados para calmar y favorecer a la piel sensible, que sean hipoalergénicos, libres de los principales elementos “malos” antes mencionados y probados en tipos de piel sensible a reactiva. TOLERIANE Sensitive no contiene ninguno de los alérgenos o irritantes conocidos y trabaja para restaurar la barrera lipídica de la superficie de la piel, además de fortalecer su barrera invisible de bacterias beneficiosas gracias a sus ingredientes prebióticos activos. Con el cuidado apropiado, se puede reducir la sensibilidad de la piel día a día.
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El polvo para lavar la ropa y la piel sensible
No solo las lociones y pociones tocan tu piel sensible: La ropa también, y eso significa que tu piel entra en contacto con rastros de polvo o detergente para lavar. Los detergentes "biológicos" para lavar la ropa contienen enzimas que pueden irritar la piel, mientras que otros simplemente tienen muy alta concentración de irritantes como el lauril éter sulfato de sodio que despojan a la piel de sus defensas.
¿Qué puedes hacer? Si tienes piel sensible, opta por usar polvos para lavar no biológicos. Usa solo la cantidad necesaria de polvo o detergente en función del volumen de ropa que tienes que lavar y el grado de suciedad. Por último, pasa la ropa por un ciclo adicional de aclarado antes de secarla para eliminar todo rastro de detergente. Si tienes la piel del cuerpo seca y con comezón, protégela con un emoliente rico y calmante, como LIPIKAR Baume AP+M, que va a ayudar a reforzar sus defensas.
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Piel sensible después de una cirugía
Después de una operación, es probable que tengas una herida en la piel. Mientras cicatriza, estará muy sensible al tacto e incluso una ligera presión puede causar gran malestar. Tras la cirugía, la piel estará sensible a todo, salvo a los productos de cuidado más delicados.
¿Qué puedes hacer? Mantén tu herida limpia con un limpiador suave diseñado específicamente para heridas en proceso de cicatrización. Puedes pedirle recomendaciones a tu farmacéutico. Para ayudar a reducir tu sensibilidad tras la operación día a día, aplica una crema que ayude a cicatrizar varias veces al día, con un ligero masaje. Esto optimizará la curación de tu cicatriz. De nuevo, pide a tu farmacéutico que te recomiende una buena crema o gel para la cicatriz.
CAUSAS INTERNAS
DE LA PIEL SENSIBLE
Ahora analicemos los factores internos que pueden causar los síntomas de la piel sensible.
Alimentos picantes
¿Has notado alguna vez que los platos particularmente picantes también pueden hacer que suba la temperatura de tu piel? Esto no es ninguna coincidencia: los alimentos picantes contienen una sustancia llamada capsaicina que puede activar los receptores de la irritación en la piel, y da lugar a todos esos síntomas tan familiares de la piel sensible. Muchas personas también notan que su piel se sofoca y enrojece después de comer ese tipo de alimentos.
¿Qué puedes hacer? Si bien son sabrosos, la gente con piel sensible a reactiva debería evitar los platos super picantes. Si vas a comer a un lugar donde sirven comida india, ¿por qué no mejor optar por un suave korma?
Alcohol
El alcohol es la principal causa de la piel sensible por dos efectos importantes: En primer lugar, provoca la dilatación de los vasos sanguíneos en la piel, lo que da lugar a sofocos y enrojecimiento; en segundo lugar, actúa como diurético (una sustancia que elimina el agua de tu sistema), lo que seca la piel y la hace más vulnerable a los ataques externos.
¿Qué puedes hacer? ¡La clave está en la moderación! No es necesario ser abstemia, pero sería recomendable que limites tu consumo de alcohol a una copa de vino mediana por día (cerca de dos unidades de alcohol).
Los síntomas de la intolerancia al gluten en la piel
La intolerancia al gluten puede afectar tu piel. En casos extremos, se la asocia con un sarpullido con ampollas llamado dermatitis herpetiforme. Hay varias otras enfermedades como la psoriasis que también han mostrado una mejora al seguir una dieta libre de gluten. El gluten no es la causa más usual de la piel sensible, pero vale la pena considerarlo si tus síntomas se disparan después de comer pan, pasta u otros alimentos que contengan gluten.
¿Qué puedes hacer? Si el gluten es un factor desencadenante para tu piel sensible, sería buena idea que pruebes seguir una dieta sin gluten. Tendrás que adoptar la costumbre de revisar todas las etiquetas de los productos alimenticios para comprobar si tienen gluten, pero el principal cambio que tendrás que implementar será eliminar de tu dieta los cereales como el trigo, la cebada y el centeno.
Cambios hormonales
Muchas mujeres descubren que los síntomas de la piel sensible son provocados por fluctuaciones hormonales como su ciclo mensual o la etapa perimenopáusicas . Es bastante probable que los cambios hormonales empeoren los sofocos y el enrojecimiento de la piel.
¿Qué puedes hacer? Si padeces sofocos, tu primer reflejo debería ser rociar tu piel con agua termal de manantial, ya que es naturalmente calmante, antiinflamatoria y antioxidante. También deberías asegurarte de que tu rutina para el cuidado de la piel sea justo lo que necesitas. Pide a tu farmacéutico que te recomiende productos específicamente diseñados para la piel sensible, con ingredientes activos que combatan el enrojecimiento, como ROSALIAC AR.
Estrés o emociones intensas
Para algunas personas, el estrés y las emociones intensas pueden ser un factor desencadenante para la piel sensible. Cuando te alteras, las terminales nerviosas en tu piel comienzan a disparar señales de dolor y se dilatan los vasos sanguíneos en el rostro y el cuello, lo que causa un sofoco visible y hace que el rostro y el cuello se sientan calientes.
¿Qué puedes hacer? Si notas que tu piel se siente incómoda o se sofoca ante situaciones muy estresantes, el primer paso es intentar controlar tu estrés. Una técnica que ha demostrado ser útil en este tipo de situaciones es la conciencia plena o mindfulness: Concentra tu mente en el momento presente y observa tus pensamientos de manera objetiva, sin juzgar.
¡Claro que alcanzar la conciencia plena en medio de una reunión que implique extrema presión, o al correr detrás de un niño pequeño puede ser todo un desafío! Por suerte, puedes tratar y reducir la sensibilidad de la piel día tras día con el cuidado adecuado, como TOLERIANE Sensitive, que usa lípidos para restaurar la barrera física de la piel y los prebióticos para preservar sus bacterias beneficiosas. ¿Cuál es el resultado? Se reduce progresivamente la sensibilidad de la piel, y se vuelve más resistente a los efectos del estrés.
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