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La dermatitis atópica o el eczema atópico es una afección de la piel que causa comezón y es muy común en bebés y niños. De hecho, tanto como el 15-20% de los niños menores de 7 años de edad tienen dermatitis atópica; una cifra que se ha disparado en el transcurso de los últimos 30 años. En el 50% de los casos, la dermatitis atópica se resuelve al alcanzar los 5 años de edad, pero podría persistir en la adolescencia y adultez.*
*Fuente: CHU Nantes, unity of cancérology & dermatology, spécialisation atopic dermatitis, abril de 2015
En los bebés, los dermatitis causa manchas rojas, ásperas y descamadas, particularmente en las mejillas y el mentón. En los niños más grandes y en los adultos, las manchas de dermatitis están localizadas principalmente en el cuello y en los pliegues de la piel alrededor de los codos, las muñecas y detrás de las rodillas. Las manchas de dermatitis pueden tener marcas de rascado y sangrar.
La dermatitis es una afección genética que se da en las familias. La piel es "constitucionalmente" seca, lo que significa que tiene una barrera debilitada contra los alérgenos y los irritantes, lo que permite que penetren la piel y causen inflamación. En los adultos, la dermatitis puede estar causada por las profesiones que requieren un lavado de manos frecuente como la peluquería y la enfermería. Los desencadenantes ambientales de la dermatitis incluyen los ácaros del polvo doméstico.
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¡Si! La comezón o el prurito es una de las principales características de la dermatitis. La barrera de la superficie cutánea es anormal, lo que significa que los alérgenos y los irritantes pueden penetrarla en profundidad, causando inflamación y la liberación de la molécula de la comezón, la histamina. La dermatitis reseca con comezón, se puede tratar con sustitutos del jabón y con la aplicación de emolientes dos veces al día, con un producto que reequilibre las bacterias beneficiosas de la piel.
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La dermatitis no es una alergia, es una afección atópica. En otras palabras, está asociada con las alergias y otras afecciones atópicas como el asma y la alergia al polen. En la dermatitis, la barrera protectora de la piel está alterada y permite que los alérgenos e irritantes penetren profundamente y causen inflamación, lo que produce los síntomas de la dermatitis (comezón, enrojecimiento, manchas resecas, etc.).
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La dermatitis es una afección hereditaria que se da en las familias. La piel no produce suficientes sustancias grasas para protegerse, dejándola vulnerable y abierta a los ataques de alérgenos e irritantes. Esto causa que la piel pierda agua, se reseque y pique, normalmente en las mejillas, el mentón y las articulaciones. La mayor parte de los niños superarán la dermatitis para la edad escolar, pero puede persistir en la adultez en algunos casos.
Pero, ¿qué es exactamente la dermatitis atópica o el eczema atópico ? Es una afección en la que la piel no secreta suficientes lípidos (humectantes naturales de la piel) en su superficie, es decir, que está "constitucionalmente" seca. Como resultado, algunos alérgenos e irritantes (por ejemplo, detergentes para lavar la ropa fuertes o los ácaros del polvo en tu casa) podrían penetrar la piel, y así causar comezón e inflamación.
¿Qué aspecto tiene la dermatitis atópica? La dermatitis atópica causa manchas en la piel que provocan comezón y suelen verse rojas e irritadas, con frecuencia aparecen en la cara de los bebés, y en los pliegues de la piel alrededor de los codos, las muñecas y las rodillas de niños mayores.
El eczema también se conoce como "dermatitis atópica" o "eczema atópico" porque se asocia con una afección llamada atopía. Si eres una persona atópica, significa que tienes una predisposición a desarrollar alergias. El eczema suele ir de la mano de otras afecciones "atópicas" o "alérgicas" como la fiebre del heno y el asma, así como alergias alimentarias. Como ocurre con el eczema, la prevalencia de la atopía está aumentando drásticamente. En 1960, la atopía afectaba al 5-10% de la población, mientras que en la actualidad, esa cifra está más cerca del 10-20%.
El eczema atópico es mucho más que una simple afección de la piel, ya que la comezón crónica ("prurito") puede ser altamente molesta e irritante. Por ejemplo, en la escuela, la comezón constante puede afectar la capacidad de concentración de su hijo. Por la noche, la comezón y el rascado pueden complicar el sueño, lo que causa gran frustración y ansiedad tanto a los niños como a sus padres.
Afortunadamente, se puede encontrar ayuda profesional en la farmacia. Desliza para averiguar más sobre las principales soluciones (y trucos cotidianos) que pueden ayudar con rapidez a que la piel con tendencia a la atopía vuelva a su zona de confort libre de comezón.
En las subsecciones a continuación, también encontrarás información acerca de qué hace que la piel tenga tendencia al eczema atópico y cómo prevenirlo, además de una sección sobre el eczema atópico en bebés y niños, donde explicamos cómo ganarle a la atopía en la escuela, mientras hacen deportes y a la hora de dormir también.
Atopía versus eczema: ¿cuál es la diferencia?
La atopía es una afección y el eczema es un síntoma. La atopía es una afección genética con una cantidad de síntomas que se presentan como un enrojecimiento, llamado eczema atópico. El eczema es una enfermedad inflamatoria de la piel que se presenta como enrojecimiento y apariencia escamosa de la piel, y comezón grave. Esta comezón suele afectar la calidad de vida de los pacientes. Hay dos clases de eczema: el eczema atópico, que podría llamarse ''eczema genético', y el eczema alérgico, un tipo de dermatitis por contacto causada por el contacto prolongado y repetido con una sustancia potencialmente alergénica durante meses o años. La aplicación de este alérgeno lleva al desarrollo del eczema. Por lo general, el eczema atópico mejora con el tiempo y se estima que 3/4 de los eczemas habrán desaparecido al alcanzar la adolescencia.
De todas las enfermedades, la atopía es la afección que tiene el segundo mayor impacto en la calidad de vida, particularmente debido a que causa pérdida de sueño.
Fuente: Un estudio comparativo del deterioro de la calidad de vida de los niños con enfermedades de la piel y los niños con otras enfermedades infantiles crónicas. P.E. Beattie* y M.S. Lewis-Jones. Department of Dermatology, Ninewells Hospital, Dundee DD1 9SY, Reino Unido. *Royal Hospital for Sick Children, Yorkhill, Glasgow, Reino Unido.
Nuestros consejos para cuidar las pieles con tendencia a la atopía a diario.
La piel atópica es particularmente frágil y se irrita con facilidad y por este motivo no puedes aplicar cualquier producto. Si bien la dermatitis atópica es una afección benigna que, en general, desaparece entre los 8 y 9 años de edad, algunos niños no pueden dormir por la noche porque hemos usado productos que causan irritación excesiva. Esto es preocupante. Evita los baños de burbujas a toda costa;
en cambio, opta por los baños breves con agua tibia, y usa productos adaptados. No uses productos perfumados. Limpia la piel con delicadeza, y seca con suaves palmaditas. Deberías humectar todo el cuerpo cada día, sin importar si la piel está dañada o saludable. Por supuesto, deberías evitar el rascado siempre que sea posible. No tengas miedo de usar dermocorticoides, incluso si los padres se sienten alarmados por esto. Se sabe que, si se usan correctamente, los dermocorticoides no tienen efectos secundarios específicos. También puedes contactar a tu dermatólogo a fin de consultarle qué puedes hacer para mejorar los factores ambientales: limita la cantidad de microscópicos ácaros del polvo, para ello limpia bien la habitación y asegúrate de que permanezca fresca, que se ventile por la mañana y la noche, y evita colocar papel tapiz y alfombras. Todo esto puede ayudar a mitigar este problema.
Normas de seguridad, además de las regulaciones internacionales de los cosméticos.
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